Hay algo que muchas veces no se dice en voz alta…
¡los exámenes en enfermería pueden sentirse como una misión imposible! 😰
Y no, no lo digo por hacer drama. Lo digo porque lo viví en carne propia, primero como estudiante y ahora, desde el otro lado del aula, como docente. A veces siento que también debería tomarse una “poción mágica para aprobar” (como la de la imagen), sobre todo cuando veo a mis alumnas con los ojos llenos de angustia antes de un examen práctico o un examen final.
Pero hoy quiero hablarte “de compas”, “de cuates”, como si estuviéramos compartiendo un café antes del examen. Este post no es para darte fórmulas milagrosas, sino para contarte los secretos que descubrí en el camino: los que nadie me dijo, los que aprendí a base de errores, desvelos… y también muchos dolores de cabeza.
😵💫 1. No solo es estudiar, es cuidarte emocionalmente
Recuerdo cuando creía que lo único importante era estudiar y estudiar más. Pero no tardé en entender que el verdadero reto era emocional.
Como docente, lo he visto muchas veces: estudiantes brillantes colapsan no por falta de conocimientos, sino porque el miedo, la presión o el agotamiento las derrumban.
¿Te has detenido a respirar? ¿Has dormido bien esta semana? ¿Le has contado a alguien cómo te sientes?
👉 Cuidarte emocionalmente también es parte del examen. Y créeme, vale más que cualquier resumen de 10 páginas.
🧠 2. Aprender a estudiar es más valioso que estudiar sin parar
Este fue uno de los secretos más grandes que aprendí tarde. Durante mucho tiempo, pensaba que quien más tiempo pasaba estudiando era quien mejor salía. Error.
No es cuestión de horas, es cuestión de método.
Como docente, he visto que las alumnas que aprenden a estudiar activamente —con mapas mentales, casos clínicos, grupos de estudio o incluso TikToks bien hechos— avanzan más rápido, con más claridad y menos sufrimiento.
👉 Si sientes que estudias mucho y aprendes poco, no es tu culpa. Solo necesitas cambiar la estrategia, no rendirte.
🤯 3. La comparación es el verdadero enemigo
Este punto me duele especialmente. Yo también me comparé muchas veces con mis compañeras: “¿cómo puede ir tan adelantada?”, “yo aún no entiendo nada”, “seguro yo soy el del problema”.
Con el tiempo (y desde la experiencia) entendí que cada mente aprende diferente. Y que compararte solo te roba energía que podrías usar para ti.
👉 Tu única competencia es con la versión de ti que quiere rendirse. Abrázala, pero sigue adelante.
🫶 4. No necesitas una poción mágica, necesitas una red que te sostenga
Esto lo aprendí como estudiante, pero lo confirmé como docente: el verdadero poder está en acompañarnos.
Una buena amiga, una mentora, una comunidad que te diga “tú puedes” cuando tú ya no puedes decírtelo… eso es lo que más influye en un resultado.
Y por eso nació Estudiante de Enfermería 2.0, porque sabía que muchos necesitábamos una red más allá del aula, un lugar donde compartir recursos, dudas, éxitos, fracasos…
👉 No estás sola. Y no tienes que hacerlo todo sola.
🌟 ¿Cómo sobrevivir con dignidad?
Desde mi experiencia, estas son las claves:
- Dándote permiso de no ser perfecta.
- Pidiendo ayuda cuando la necesitas (sí, incluso al profe).
- Celebrando tus avances, aunque parezcan chiquitos.
- Recordando que esto no es solo un examen… es una etapa, y tú vas en camino a ser la enfermera que siempre soñaste.
Si hoy te sientes abrumada, respira. Estás aprendiendo a cuidar vidas, pero también mereces cuidar la tuya.
Y si alguna vez dudas de ti, vuelve a esta entrada. O mejor aún, únete a nuestra comunidad y compártelo con alguien que también necesita escuchar esto 💬✨
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No estás sola. Estoy contigo. Siempre. 💜