“Caminante, no hay camino…” Una pausa necesaria para seguir avanzando
Desde que me enamoré de esta profesión, he creído en la importancia de formar enfermeras y enfermeros que no solo dominen la técnica, sino que también comprendan la dimensión humana de nuestra profesión. Porque la enfermería no se aprende únicamente en las aulas ni se perfecciona en los exámenes; se moldea en las guardias compartidas, en los errores cometidos y, sobre todo, en el contacto con quienes nos han abierto camino antes.
Ese fue el espíritu con el que nació Estudiante de Enfermería 2.0.
Una plataforma pensada como un puente: entre generaciones, entre experiencias, entre saberes. Un espacio para compartir, para enseñar, para equivocarse sin miedo y para recordar que la enfermería también es comunidad.
Y por un tiempo, así lo fue. Una comunidad vibrante, imperfecta, pero profundamente humana.
Atreverse a reinventar la enfermería desde otro lugar
En el camino descubrí que la enfermería es más amplia de lo que alguna vez imaginé. Que no se encierra en hospitales ni en consultorios. Que también puede habitar en una idea, en un proyecto, en un emprendimiento.
Desarrollar Estudiante de Enfermería 2.0 fue mi forma de diversificar la profesión.
Fue lanzarme a un terreno nuevo: aprender de programación, marketing, diseño instruccional, redes sociales y modelos de negocio… sin dejar de ser enfermero, educador, servidor público. Fue invertir tiempo, dinero, energía, noches sin dormir y mucha ilusión.
Pero también fue descubrir que no todo sale como se planea.
Hay una realidad que rara vez se cuenta en voz alta: Emprender Cansa. Frustra. Duele.
Y cuando los resultados no acompañan, cuando el esfuerzo parece no alcanzar, cuando mantener el ritmo comienza a afectar tu salud, tu familia, tu paz… toca hacer una pausa. Y decidir, con valentía, que también es digno saber cuándo parar.
No es el final, es el respiro entre dos capítulos
Hoy me encuentro en esa pausa.
He decidido concluir el formato actual de Estudiante de Enfermería 2.0, al menos por ahora. Y aunque no ha sido una decisión fácil, sé que es necesaria. Porque detenerse no siempre es rendirse. A veces, es simplemente darse permiso de mirar el camino andado, aprender de los tropiezos y replantear el rumbo.
Sigo convencido de que la enfermería necesita espacios como este.
Tal vez Estudiante de Enfermería 2.0 regrese con otra forma, con otro nombre, con otra energía… o tal vez no. Lo cierto es que lo sembrado queda: los mensajes, las colaboraciones, los cursos, los casos clínicos, las historias.
Y aunque me despido de este ciclo, lo hago con gratitud.
Caminar, incluso cuando no hay camino
Porque la vida es así: ciclos que se abren y se cierran. Proyectos que florecen y otros que enseñan con su silencio.
Hoy valoro más que nunca lo que tengo: mi familia, mi salud, mi trabajo.
Celebro lo que sí fue posible, honro el esfuerzo invertido, y me abrazo con compasión por lo que no salió como esperaba.
Seguiré caminando, como siempre.
Tal vez con pasos más lentos, más cuidadosos, pero con la misma pasión de siempre. Porque como escribió Antonio Machado:
“Caminante, no hay camino, se hace camino al andar.”
Gracias por ser parte de este camino.
Gracias por creer, por compartir, por acompañarme.
Nos volveremos a encontrar.
Siempre.
Ángel Sebastián López Martínez